Claudia Lora Márquez y Gema Balaguer Alba (eds.).
La ciencia en la literatura española (siglos XVI-XIX).
Vol. Xxx. Studies on Romance Literatures and Cultures. Berlín, Bruselas, Lausana, Nueva York, Oxford, Peter Lang, 2022, 276 pp.
ISBN:
978-3631872383.
Adrián Mantilla Esteban
Universitat Oberta de Catalunya
La obra La ciencia en
la literatura española (siglos XVI-XIX), editada por Claudia Lora Márquez y
Gema Balaguer Alba, se adentra en la fascinante intersección entre ciencia y
literatura, desplegando un concienzudo análisis sobre cuatro siglos de literatura
española. Este volumen, que consta de 276 páginas, explora cómo la literatura
ha servido de escenario para la exploración, crítica y divulgación del
conocimiento científico.
El libro se estructura en
cuatro bloques temáticos, cada uno de los cuales aborda diferentes aspectos de
la relación entre ciencia y literatura. La sección «Medicina y médicos en la literatura» (pp. 10-86) resulta de especial
interés por su abordaje de las figuraciones literarias de esta profesión. El
bloque comienza con el análisis de Christine Orobitg, «Para una poética del
discurso científico: Analogía y saberes médicos en la temprana Edad Moderna» (pp. 21-48), donde se examina el uso
de la analogía en la construcción y difusión del saber durante la temprana Edad
Moderna. La autora apunta la interesante tesis de que, a diferencia de lo que
ocurre actualmente, la analogía actuaba como generador de conocimiento, y no
como mecanismo retórico y persuasivo. A continuación, Catalina García Posada
Rodríguez, en «Entre la idea y la forma: Esencialidad del valor literario de la
Nueva filosofía de la naturaleza del hombre (1587), de Olivia o Miguel
Sabuco» (pp. 49-62), se propone esclarecer
el debate existente sobre la autoría de la obra, atribuida alternativamente a
Olivia o a su padre Miguel, desarticulando los argumentos que cuestionan la
autoría de Olivia. Mónica María Martínez Sariego cierra este bloque con el
interesante «Discurso médico y discurso literario sobre la clorosis en la
cultura hispánica del naturalismo al modernismo»
(pp. 63-86). En este trabajo se examina la representación de la clorosis,
entidad nosológica que aparece descrita ya en tratados quinientistas (Johannes
Lange, Medicinalium epistolarum miscellanea, 1554), pero que tuvo mayor
presencia histórica y, por tanto, literaria en la segunda mitad del siglo XIX.
Al aumentar el número de casos diagnosticados, se incrementó también el número
de representaciones de la clorótica, que se convirtió en un tipo de la
literatura finisecular, rastreado minuciosamente por la autora en textos
líricos y narrativos –algunos muy poco conocidos– del Naturalismo y Modernismo
hispánicos (Juan Antonio Argerich, Felipe Trigo, Rubén Darío y Leopoldo
Lugones). Todas las ficciones abordadas presentan, además, la peculiaridad de
servirse del caso clínico (etiología, diagnóstico y prognosis) como matriz
narrativa, aspecto que permite a Martínez Sariego articular una atinada
comparación entre las formas discursivas de la medicina y estos textos
literarios.
El segundo bloque, «Aproximaciones
literarias al cuerpo y a la mente Humana»
(pp. 87-154), se inicia con el trabajo de Irene Rodríguez Cachón: «El ideal
renacentista sobre la imagen corporal del caballero. Observaciones sobre la ‘demasiada
gordura en las gentes’ de la Miscelánea de Zapata» (pp. 87-100), que aborda las
preocupaciones renacentistas sobre el cuerpo y la imagen corporal. Se trata de
un trabajo curioso, denotativo del renovado interés que surge en el
Renacimiento por el cuerpo humano, concretamente del masculino, y por su apariencia,
salud y bienestar físico. La preocupación del autor por la obesidad de los
caballeros y cortesanos resulta muy actual. Nicolás M. Vivalda, en «Vicisitudes
del comercio lechal en Día y Noche de Madrid (1663): Notas obstétricas
sobre el cuerpo femenino y la lactancia en el urbe del siglo XVII» (pp. 101-120), y Folke Gernert, en «Entre
medicina y poética: las pasiones en la Philosophia antigua poética de
Alonso López Pinciano»
(pp. 121-140), continúan explorando la interacción entre el bienestar físico y
mental y su representación literaria. Aunque de detalle, es relevante la apreciación
de Vivalda, para quien Santos, desde una óptica masculina, considera la
procuración de hijos y leche materna, actividades en manos de parteras y
nodrizas, como una amenaza social, en la medida que escapaban al control
institucional. Es relevante también el modo en que Folke Genert examina el
abordaje de las emociones en los textos de Scaligero y de López Pinciano, que
fue médico, atendiendo a aspectos psicosomáticos y estableciendo las
pertinentes comparaciones con Aristóteles y Tomás de Aquino. Julie Botteron
cierra este bloque con «La enfermedad como síntoma de un desorden social: afecciones
femeninas en la obra de Fernán Caballero»
(pp. 141-154), donde examina cómo las enfermedades femeninas en las obras de
Fernán Caballero funcionan como metáforas de desorden social y psicológico.
El tercer bloque, «Avances
técnicos y reflexiones acerca del progreso científico» (pp. 155-216), ofrece una
perspectiva miscelánea sobre la modernidad y la evolución de la ciencia, con
énfasis en el impacto del avance tecnológico en la literatura. Incluye los
trabajos «La legitimación de la alfarería a través del verso didascálico en el
Siglo de Oro: Los cuatro libros de los inventores de las cosas por Juan
de la Cueva»
(pp. 155-170), de Fernando González Moreno y Alejandro Jaquero Esparcia, que
abordan cómo Juan de la Cueva elabora una clasificación de las artes y artesanías
que no se atiene a la tradicional jerarquía entre artes liberales y artesanías;
«Utilidades literarias del telescopio en el siglo XVII» (pp. 171-184), de María Dolores
González Rodríguez, que espiga las alusiones a este aparato en Quevedo, Luis
Vélez de Guevara y Saavedra Fajardo; «Modernidad, espíritu novator,
reforma teatral: el caso de Bances Cadamo, escritor límite», de Jesús Pérez-Magallón, que aporta
ideas novedosas sobre el nacimiento de la modernidad en el contexto hispánico;
y «Las ciencias y el progreso: Una mirada a su difusión en la prensa de
provincias a finales del XVIII»
(pp. 201-216), de María Román López, que estudia las manifestaciones del
pensamiento político, cultural y económico en diarios de Valencia, Sevilla y
Cádiz.
El cuarto bloque, titulado
«Pulsiones antinómicas y opiniones encontradas en torno a la ciencia» (pp. 217-267), incluye los capítulos:
«Figuraciones de la ciencia en los almanaques literarios españoles del siglo
XVIII» (pp. 217-238), de Claudia Lora Márquez,
que analiza innovadoramente los almanaques como vía de difusión de
la filosofía aristotélico-tolemaica y, a su vez, como reflejo «jocoserio» de la sociedad de su tiempo; «Un
intento fútil por desacreditar el cientifismo: Don Papis de Bobadilla de
Rafael José de Crespo» (pp. 239-252),
de Javier Muñoz de Morales Galiana, donde el autor demuestra, a través de
pasajes extraídos de Don Papis, cómo la defensa de la religión
articulada por Crespo no consigue imponerse sobre las verdades de la ciencia; y,
por último, «De enfermedades y médicos: La sátira antigalénica en la obra de
Ventura Ruiz Aguilera» (pp.
253-268), de Noelia López Souto, que se adentra en la nunca suficientemente
explorada sátira contra la profesión médica. Globalmente considerados, estos
tres capítulos reflejan las tensiones entre ciencia, religión y sociedad, así
como la crítica a la práctica médica de la época.
La ciencia en la
literatura española (siglos XVI-XIX) se erige, en definitiva,
como un compendio esencial para entender cómo la literatura no solo ha
reflejado el conocimiento científico de su tiempo, sino que también ha
contribuido a su crítica y difusión. A través de sus catorce capítulos, el
libro traza un recorrido que muestra la evolución del pensamiento científico y
su interacción con la cultura literaria, revelando la profunda imbricación
entre ciencia y literatura en el contexto español.
Desde el análisis de la
poética del discurso científico hasta la sátira antigalénica, pasando por
estudios sobre la representación del cuerpo, la enfermedad, los avances
técnicos y el progreso científico, esta obra proporciona una panorámica rica y
variada. Claudia Lora Márquez y Gema Balaguer Alba, a través de esta compilación
de capítulos, invitan a los lectores a reflexionar sobre cómo la literatura
española ha sido un vehículo para la expresión y el cuestionamiento del saber
científico, ofreciendo nuevas perspectivas sobre la relación entre las
humanidades y las ciencias. Resultaría de interés una lectura en paralelo con el
volumen, también colectivo, Hacia una interpretación de la literatura a
través de las ciencias desde la Crítica de la razón literaria (2020),
editado por Jesús G. Maestro, donde se incluyen algunos trabajos
interdisciplinares de similar naturaleza.
En conclusión, la
cuidadosa selección de temas y autores en La ciencia en la literatura
española (siglos XVI-XIX) refleja la diversidad y riqueza de enfoques en el
estudio de la ciencia a través de la literatura, lo que convierte este libro en
lectura obligada para académicos, estudiantes y cualquier persona interesada en
la intersección de ambas. Por su amplio espectro temático, el volumen constituye
no solo un tributo a la riqueza de la literatura española y su relación con la
ciencia, sino también un recordatorio del papel vital que desempeña la
literatura en la interpretación y humanización del conocimiento científico a lo
largo de la historia.